Convierte tu teléfono móvil en una auténtica cámara fotográfica profesional

Que los teléfonos móviles se han convertido en las nuevas cámaras fotográficas no es nada nuevo. Es más, las grandes firmas, conscientes de ello, se están afanando en que así sea.

Es el caso de Sony que presentó hace poco más de un mes unas nuevas lentes para acoplar en los dispositivos móviles que convierten a estos últimos en una auténtica cámara fotográfica profesional.

Durante el último evento tecnológico IFA 2014 en la ciudad de Berlín, Sony hizo la presentación oficial de sus dos nuevas «cámaras fotográficas», la Sony QX1 y la Sony QX30, que se unen al modelo QX-100 ya presentado el año pasado.

Una cámara fotográfica profesional en tu móvil

Más que cámaras son dos lentes, pero a ojos de cualquiera pueden considerarse casi como auténticas cámaras.

En realidad estamos hablando en  dos lentes acoplables para teléfonos inteligentes, la primera de las cuales utiliza la misma tecnología que se encuentra en las cámaras mirrorless Alpha. Hay que mencionar que las primeras cámaras QX fueron lanzadas por el fabricante japonés precisamente en este mismo evento pero del año pasado.

El modelo Sony QX1

Cuenta con un sensor CMOS APS-C de 20.4 megapixeles además de soporte para toda la gama de lentes Sony E-mount. Los usuarios reciben todas las características que habitualmente se encuentran en una cámara mirrorless de tamaño completo, es decir, controles manuales, disparo RAW, así como la capacidad para cambiar las lentes.

La diferencia más notable es que este modulo va montado en la parte posterior del teléfono inteligente de tal manera que se utiliza la pantalla del Smartphone como un visor. Aun así, los usuarios deberán ser selectivos con los lentes que se utilicen debido a la falta de estabilización de imagen corporal, por lo que solo deberán utilizarse lentes estabilizados para este dispositivo, aunque también podrían trabajar con ópticas Alpa utilizando el adaptador E-mount.

El modelo QX100

Lanzado el año pasado, este dispositivo viene con flash incorporado, además de que cuenta con el procesador de imágenes BIONZ X de Sony, capacidad de conectarse a redes inalámbricas WiFi, soporte para tecnología NFC y con la gama ISO admitida que se encuentra entre 100 a 16.000. a pesar del gran tamaño APS-C del sensor ILCE-XQ1, no es tan pesada, ya que tiene un peso de 158 gramos solo del cuerpo y 216 gramos con la batería. En este sentido, según Sony la batería podría ofrecer una autonomía de hasta 440 disparos.

El modelo QX30

Por su parte, el modelo QX30 viene con un zoom óptico de 30x, además de Optical SteadyShot y bloqueo del enfoque automático para capturar fotos de objetos en movimientos. También cuenta con la misma resolución que el modelo anterior, es decir 20.4 megapixeles, aunque con un número significativamente menor de 1/2.3” sensor Exmor RCMOS BSI que comúnmente esta disponible en las cámaras digitales Sony CyberShot.

El procesador de imágenes BIONZ X también esta integrado en este modulo permitiendo una máxima ISO de 12800, con 10 fotogramas por segundo en el modo de ráfaga y con posibilidad de grabar video a 1080 60p. Gracias a que utiliza un sensor más pequeño, su peso es de solamente 193 gramos y a demás de todo lo anterior, también hay soporte para WiFi, NFC y la aplicación PlayMemories. En este caso la duración de la batería no es tan impresionante ya que solo puede soportar alrededor de 200 disparos o 100 minutos de grabación de video.

En ambos casos los dos módulos se venderán a un precio para la QX1 de 398 dólares, mientras que para el modelo QX30 el precio es de 348 dólares. Así que por menos de 300 euros puedes tener un tus manos una auténtica cámara fotográfica profesional Sony.