Physical Address
304 North Cardinal St.
Dorchester Center, MA 02124
Conocer la teoría del color en el diseño gráfico es poco más que imprescindible. Si no es así difícilmente un diseñador gráfico podrá alcanzar la excelencia.Evocan emociones dispares entre todos nosotros, los mortales. No dejan indiferente a quien los percibe. Los colores forman parte de nuestra vida, y en el diseño gráfico devienen esenciales, fundamentales, imprescindibles. Sin su presencia en las composiciones, esta disciplina artística no tendría sentido alguno.
Son el medio más valioso para que una pieza gráfica transmita las mismas sensaciones que el diseñador experimentó cuando comenzó su gestación: alegría, tristeza, euforia, abatimiento, luminosidad, sombra… y mucho más. La teoría del color es una ciencia en sí misma.
Los colores andan ligados a valores culturales, y el significado que les concedemos depende en gran medida de nuestra subjetividad, nuestra propia experiencia y psicología. Resulta evidente que los colores influyen en nuestro estado de ánimo diario, y en muchas ocasiones nos llevan a actuar de una manera determinada frente a qué tipo de situación se genera.
El uso del color define el carácter y la personalidad de un diseñador gráfico a la hora de trabajar, como no podía ser menos. El artista debe emplearlos con ingenio para obtener el resultado esperado por el público, sobre todo en el campo de la publicidad.
Para ello, juega con sus opciones: el uso del contraste, el brillo, las tonalidades, los matices, las saturaciones, los efectos…, herramientas que se utilizan en el diseño gráfico publicitario para apelar a las emociones del receptor y provocar en él una determinada respuesta. Nuestros hábitos, deseos y opiniones pueden variar perfectamente por la asimilación de un color u otro.
Si el diseñador, pongamos por ejemplo, usa el color azul en alguno de sus trabajos, nos transmitirá la sensación de frialdad que provocará reacciones inconscientes en el observador.
Sin embargo, si es de color naranja, la sensación que se percibirá será de calor, aunque la temperatura que envuelva al observador sea idéntica en ambas situaciones. Su susceptibilidad se ve alterada de alguna forma u otra. Aunque lo que produce una reacción en una persona puede provocar otra muy distinta en otra.
Asociamos colores con ciertos valores: el blanco con la tranquilidad y la limpieza; el negro con la elegancia; el rojo con la pasión, el amor; el gris con la indecisión, el aburrimiento; el amarillo con con la fuerza; el azul con el frío o la generosidad; el verde con la esperanza, el equilibrio; el rosa, bondad, ternura… y así con toda la gama espectral.
Por todo ello, para las empresas resulta esencial que el diseño gráfico de su identidad corporativa transmita aquellas sensaciones o emociones acordes con los valores de la marca que representa, motivando que publicistas y profesionales del diseño aprovechen los colores como útiles e imprescindibles herramientas para obtener la reacción del cliente.
Los sentidos juegan un papel destacado en el ser humano. Se ven alterados de forma súbita y apreciable cuando perciben un determinado color. Y de eso se vale el mundo del marketing y el diseño. Si sabemos qué colores utilizar para atraer clientes y aumentar las ventas tendremos mucho ganado.
Del amarillo se dice que es el primer color que intercepta el ojo humano. Por eso es muy utilizado en el diseño gráfico de las señalizaciones. Mientras, el verde se suele emplear para representar frescura en los envoltorios de los alimentos. El azul se utiliza en diseño para ampliar la sensación de frialdad en los anuncios de productos congelados.
También se asocian los colores con cambios físicos reales en las personas.
El rojo es uno de los colores mas utilizados en el mundo del marketing. Quién percibe el rojo puede aumentar su presión arterial y el ritmo de la respiración. Se cree que también mejora el metabolismo humano. Es más, está demostrado que el rojo es capaz de aumentar las ventas.
En el diseño gráfico, este color deviene fundamental. Es muy versátil; los tonos claros son más energéticos, mientras que los oscuros son más poderosos y elegantes. Como color cálido que representa (junto al naranja y el amarillo), atiende a sensaciones térmicas subjetivas por el cerebro humano. Aunque puede tener un efecto que llega a abrumar si se utiliza en exceso.
En la disciplina artística del diseño gráfico, el naranja, un color secundario obtenido de la mezcla de los primarios rojo y amarillo, llama la atención del observador sin ser tan abrumador como el rojo. Considerado más amigable y atractivo, el naranja es un color vibrante y energético. En sus formas apagadas, puede asociarse con la tierra y el otoño. También se le puede relacionar con salud y vitalidad, gracias a la fruta que lleva su nombre.
Felicidad y entusiasmo genera el color amarillo en el diseño. Sobre todo los más claros respecto a los brillantes. Pero por norma general se le suele considerar como el color cálido más brillante y energético. Sin embargo también se le puede relacionar con el engaño y cobardía. Todo depende del cristal con que se mire.
El cambio en la atmósfera nos lleva al análisis de los colores fríos. En este espectro incluimos el azul, el verde y el morado. Representan la noche, el agua o la naturaleza. Por lo general, nuestro inconsciente nos lleva a asociar estas gamas con la relajación, la apacibilidad, la calma, el sosiego…, pero también el profesionalismo, la entereza…
El azul es el único color primario en la paleta fría. Los otros colores se obtienen de la mezcla de azul con un color cálido (amarillo para el verde, rojo para el morado).
El azul es uno de los colores básicos, no solo del diseño, son de cualquier ámbito de la vida. Históricamente ha gozado de una connotación religiosa (por ejemplo la Virgen María), de paz; en ocasiones se le asocia con la tristeza, especialmente en los países anglosajones.
No obstante, el tono y matiz que se le otorgue influirá en el impacto del diseño percibido por el espectador: los claros proporcionarán relajación; los brillantes, frescor. Es un color muy socorrido en todas las esferas del diseño gráfico.
Si hablamos de diseño web, el uso del verde esperanza en las composiciones del artista contiene un efecto armonizador, sostenible, proporciona estabilidad. Indiscutible que se vincule con la naturaleza, sobre todo el más tenue, el que tiende al verde olivo. Al otorgarle brillo se torna más enérgico.
Lo cierto es que saber jugar con el color es una de las grandes armas con las que cuenta cualquier diseñador por lo que conocer la teoría y el significado de cada color puede ser muy útil para llevar a cabo trabajos de calidad.
En diseño web el uso de los colores puede diferir en algunos aspectos. Por ejemplo es muy habitual cómo una vez elegido un determinado color utilizarlo en diferentes tonalidades. Muy práctico hacerlo en menús e iconos por ejemplo.